Sofía O'Reilly nació en Buenos Aires en 2001 y vivió en más de siete casas, una experiencia que marcó su manera de mirar el mundo y de pintar. Su obra es un territorio donde la memoria, la infancia y el tiempo se entrelazan para construir escenas íntimas, oscuras y brillantes a la vez. Desde 2022 se forma en el taller de Nicolás Rodríguez y estudia Artes Visuales en la UNA. Su imaginario se alimenta de cuentos de hadas, relatos de monstruos y fábulas donde el bien y el mal se confunden. La naturaleza, el silencio de la noche y lo íntimo son algunas de sus obsesiones recurrentes.
Sus primeras pinturas retrataron escenas nocturnas de la juventud porteña, en las que capturaba el deseo de encuentro tras el aislamiento. Con el tiempo, su obra se volvió más introspectiva, habitada por símbolos espirituales, animales muertos, cuerpos que se confunden con el paisaje, y paisajes que funcionan como refugios y zonas de tensión. Sofia pinta como quien necesita recordar para crecer: desde la mancha fresca, dejando que la materia se desborde, buscando en lo incierto una forma de belleza que conmueva. En su universo, lo tierno convive con lo perturbador, lo virgen con lo desgastado, lo salvaje con lo frágil. La naturaleza no es solo un fondo: es protagonista, reina, anfitriona de algo que aún puede suceder.